Por qué los perros rascan el piso o suelo
¿Por qué a los perros les gusta tanto rascar el piso y escarbar en la arena? ¿Te molesta que rayen el suelo o te rompan el césped? ¿A qué se debe este comportamiento? ¿Se puede evitar?
Los arañazos y la excavación son un comportamiento intrínseco de un cánido. Puede ser un perro que haya sido adiestrado para ser obediencia con gran éxito;uno que está totalmente amaestrado o uno que es muy cariñoso y fiel, pero siempre va a haber un momento en que el perro haga que el dueño se quede intrigado ante su comportamiento de rascar el suelo (y quizás algo contrariado por haberle "estropeado" su bonito césped)
¿Por qué razón los perros rasguñan la tierra, el suelo o el piso?
Este comportamiento no deseado (por los humanos, a veces) de un perro puede deberse a una serie de razones. Un perro al que veas rascando el cesped del jardín, quizás haya ocultado (o esté intentándolo) un juguete, un hueso o cualquier otro objeto que reclame como su tesoro. Como el dueño tal vez le da demasiada comida, el perro decide ocultar el alimento o el hueso en vistas de un día invernal y escasez en el futuro. Esta actitud de guardar comida es una herencia genética de sus ancestros salvajes.
El pero puede decidir rascar el suelo para hacer una cama confortable. Los perros instintivamente saben qué condiciones climáticas necesitan para que su cuerpo se mantega a una temperatura apropiada. Cuando hace calor, el perro araña el piso para exponer las capas más frías y poder tumbarse fresquito. Lo mismo ocurre cuando hace frío. Un hoyo en el suelo resguarda del viento gélido al perro.
Cuando un perro rasca el suelo después de orinar o defecar, lo hace para expander su olor todo lo posible, y así marcar su territorio. Es la forma de mandar el mensaje a los otros perros.
Comunicación
Un perro rascando el suelo trata de comunicarse con el dueño. El can puede estar diciendo que necesita atención. La mayor parte de los perros que rascan la tierra están desganados y padecen de ansiedad por separación.
¿Qué hacer?
El hábito de rascar es casi imposible que se le quite por completo a un perro. Si no quieres que te "rompa" el cesped o te ralle el parquet, dale una caja de arena o designa un área en tu patio o jardíon, donde el can pueda rascar y excavar con total libertad. No le quites ese instinto innato. Deja que se desahoga y sea feliz. Entierra ciertos juguetes, huesos o "chucherías" en el área designada para estimular al can a cavar allí y no en el césped de tu jardín (o la zona que quieras proteger de sus arañazos)